12 de abril de 2006

¿Ha llegado el tiempo?

Más ganas tengo de afirmarlo que de preguntármelo. Al parecer llegó. Me siento bien, mucho mejor hace tiempo, tengo la mente más clara y me siento incluso -y a riesgo de sonar egocéntrica- hasta magnética. Al mismo tiempo, otra vez el “asunto laboral” se ve bien, están saliendo cosas, las he podido ir haciendo bien y esto me hace creer que esta vez sí el año parece ser bueno y no habrá nada que lo estropee. Aún me falta creer en los tréboles de cuatro hojas, pero… confío en que ya será. El ritmo lento me acomoda y lo disfruto el doble.

El 2006 tiene buena cara. Y no es que mi prioridad en la vida sea el trabajo o lo que llaman el “desarrollo profesional”. Me importa más que me siento otra vez capacitada y sin temor de no ser capaz. El trabajo es un medio y me alegra que esté más estable sólo para volver a dormir tranquila, a leer sin culpa y que no se sigan acumulando libros que sólo lucen lindos pero que no puedo contar ni describir ni querer prestar, aunque los siga perdiendo todos.

Tener un domingo o una noche cualquiera para escuchar música tranquila y reposadamente, entregándome al placer y al deslumbramiento que de seguro me brindarán. Ir más al cine, volver al teatro. Incluso, quizás, empezar mi colección de películas. Partir a la playa, o dónde quiera sólo con el deseo de ir, pasar la tarde con mi sobrina y jugar con ella, invitar a mis amigos a tomar un trago, sin que se cruce una pena o una preocupación.

En el fondo, lo que me hace sonreír es más que nada dejar luego de decir que no me quiero poner metas ni levantar castillos en el aire que no tienen base.

No son los deseos de una mina que adora consumir y atesorar como más de alguien puede llegar a pensar. Y lo entiendo. Es muy por el contrario: esto significa volver a tener a esos nexos que me alimentan, me alegran y me acercan a lo que realmente quiero. Lo mismo que todo el mundo…

Por eso yo te digo hola
Cómo estás?, Sos feliz?
Creo que puedo sentirlo
Yo no sé si es aquí

Sintiéndome bien
Puedo relajar otra vez
Y bailar cuando cierro los ojos…
“Puedo Sentirlo” David Lebon