10 de febrero de 2007

Me gusta

Me gusta... los abrazos y cariños y besar, Dreams of the Return, la Católica, la musica en vivo, el cine, ir a bailar, compartir un paraguas, reírme sin saber porqué, ver mi messenger, recibir e-mails, mensajes de texto y llamadas. Que sepan qué estoy pensando; cantar, las risas de los niños, las manos de los hombres, leer, pasear, caminar en la lluvia, mis ojos llorosos, el olor a gel de baño, los perfumes, las cremas, la gente educada, los hombres sentimentales y los nostálgicos, los románticos, y los de ojos expresivos o polacos, como les digo yo. Me gusta que haya sido noticia la pareja abrazada que encontraron recién en un auténtico abrazo eterno de 600 años. Las mujeres con carácter, mi nombre, observar. Retroceder en mi camino sólo por olor la flor de un árbol, hablar, pasar de las lágrimas a las risas, viajar, sonreír al recordar, que mis ojos brillen, ser expresiva al hablar. Estar muy cansada y reírme sin parar. Me gustan todas las risas que no suenan a falsedad. Me gusta esa foto de los dos. Me gusta la palabra gestionar. Mirar a los ojos de la gente cuando les da el sol de frente, ver filtrarse los rayos bajo el mar. La bondad de la gente mayor, las miradas perdidas, las noches de verano. Me encantan las personas que saben que todo lo que hago tiene un motivo y aquellas que se preocupan por encontrarlo. Los hombres de buen corazón. Que me acaricien la cara cuando lloro, las conversaciones hasta las cinco de la madrugada sin ganas de irme... Los planetas, las estrellas, la luna y el sol. Aprenderme cosas de memoria. Las miradas directas y derechas. Poner el posesivo “mi” cuando alguien me gusta. Que me cuenten cuentos e historias de amor. Me gustan los silencios. Que cierre los ojos al besar. Que llueva, la luna saliendo, la puesta del sol en el mar. Las historias de los ancianos o de los papás de mis amigos. Los hombres inteligentes, los tontos de buen corazón, los que se hacen los tontos pero que en realidad son muy vivos y tan honestos en decir que sí cuando se les descubre. La gente que hace lo que quiere sin pensar en el qué dirán, la música de películas, que me acaricien el pelo y la espalda, acariciar la de la otra persona. La gente natural y la gente sin complejos, los que son feos y se adoran igualmente, las mujeres con sentido del humor, cantar a pleno pulmón, al oído bajito, a dos voces. Que llueva cuando estoy en la playa. Me gusta que la gente no culpe al empedrado. Que una voz me llegue. Me gusta gustar. Que cumplan las promesas, la gente puntual, la gente que pide perdón cuando se equivoca. Acostarme tarde haciendo nada, o leyendo, o hablando, o escribiendo o escuchando música ilumninada con velas. Escuchar, que me escuchen. Acariciarlo. Sentir que el mar me roza cuando viene y va la ola, notar que el sol me llena de energía. Que me digan que me quieren y que me echen de menos cuando no estoy, la gente sin pelos en la lengua, la ingenuidad de los adolescentes, las personas que lo hacen todo por amor, estar concentrada, reír mientras abrazo a una persona que hace tiempo que no veo, inspirarme, que me inspiren. Los besos... los besos me gustan de todas las clases: en los labios, en el cuello, en la frente, en la cara, en sueños... Recordar, que me recuerden. Tropezar con mi mirada y ver que estoy sonriendo. la sopa y bien caliente. Aprender, la cerveza muy helada, el vino dulce, el vodka con tónica y limón o con naranja, el café con leche y el chocolate en todas sus versiones. Que los mayores me cuenten la historia de su vida, el sonido del agua y del viento, viajar, ver fotos antiguas, las fotos en blanco y negro, su foto, el color azul y el verde. Las manifestaciones de amor, soñar despierta, la gente simple y libre, la química que siento con alguien en particular, guardar recuerdos de mis historias de amor, dar mil cariños a mis gatitas, sobre todo a la Renata Emilia, acordarme de mi gatita Hilaria, las palabras amables dichas sin interés. Los creativos, ver comerciales cómicos. Que las persona se tomen el tiempo de explicarme por qué hicieron o dijeron algo, para enseñarme de la vida. Mis caricias favoritas, esas en las que me calma con besos y me retira suavemente, peinándome, el pelo de la cara para ver bien mis ojos. Que me abracen por la espalda, las personas entrañables, mi rebeldía, y libertad intransable -aun cuando te la quiero regalar-, ser llevada a mis ideas y mañosa con los modales y la educación del resto, medio perna, memoriona y encantadora... me gustan mis amigas, las reuniones de a dos o miles, conversar, y reirnos de las viejas historias y enterarme de las nuevas. El olor a tierra mojada, a jazmín, rosas, violetas, aromos, eucaliptus, Algarrobo, Viña, el sur entero. Que él llegue. Santiago entero, estar sola, las confesiones, los conciertos, escuchar música muy fuerte. Lo que no se quiere decir pero que ya se está diciendo. Sus “no me pasa nada” cargados de total sinceridad y sentimientos. Y llenos de verdades y palabras salidas del alma. Las personas cariñosas, la complicidad del silencio... saber que mi amigo del alma me extraña aunque no me lo va a decir, me gusta que sea rudo, inteligente, inseguro pero avesado, su valentía. Me va a gustar todo lo que conversaremos cuando vuelva. Las miradas complices, la metacomunicación. Mi orden, mi desorden encubierto, el despiste que no me deja, mis ojos pitis y azules raros, mi boca linda, mi color de piel con sus pecas y mi pelo largo. Los cumpleaños, a veces incluso los míos, como este último porque me gusta sentir el cariño de mis personas. Que me enamoren y enamorarme. Que sea recíproco. Que confunda un te quiero con un te amo y que no se preocupe por deshacer el malentendido. Me gusta que esté en mi vida. Me gustan mis hermanas, primas, padres, especialmente mi pelao. Mis sobrinos y sobrinas hermosas y felices. Me gusta mi profesión aunque duela tanto casi siempre. Me gustan hasta mis penas, porque me hacen crecer a punta de lágrimas, rabias y frustración. Me gusta vivir, aunque me cueste acordarme siempre de ello. Los caballos, los ríos helados, la coordillera, los valles, las avenidas de álamos, mi casa histórica y también Coinco.

Me gusta ser capaz de conjugar las estrellas por él, por mi gente. Me gusta poder descubrir de quién es la canción que escuché en la radio y poder bajarla, o que él sepa de quién, cómo se llama y hasta detalles del disco. Irme de vacaciones y no saber nada del trabajo. U2, REM, Evanescence, Los Tres, Soda, Pedro Aznar. Mi cama suave, aromática y blanda. Los jugos naturales, mi notebook, los anillos y aros. No atesorar cosas sólo por tenerlas. Llorar con una pelí, una canción o un libro. Me gusta la gente que no pretende. los gatos jugando, recibir el sueldo, pagar y comprarme algo lindo como regalo por el mes trabajado. Un trabajo bien hecho. Me gustas tú. Y cada día me gusto un poco más yo.