6 de mayo de 2005

Escríbete, de Enrique Lihn

Que no pase otro día sin que yo tenga el calco
de tu voz
estampado en el papel silencioso
Y la mano, si no fuera demasiado pedir
Quiero tocar tu letra sin bulto con los dedos
acercarme otro poco
a lo imposible que trasunta la letra
y a la publicidad de la escritura
no importa lo secreta que sea cuando escribes
te circunscribes por iguales partes
a ti y al otro, asumes en suma una figura.
Tu letra te hace entrar en el papel
como al actor el suyo, la puesta en escena
Te inscribes en una imagen, en tu imago
Pasas, preciosa, articuladamente
del cuerpo a tu fantasma
y es tu fantasma el que, además, quiero tocar
tu ausencia y tu presencia
atadas por el lazo de la palabra escrita
pasto de los grafólogos, pero delicatessen
del eterno plumífero que soy

Y no te exijas un poema de amor
Voy a temblar pensando en lo que puede ser.


De Al bello aparecer de este lucero, 1983