2 de febrero de 2006

Cuando pasen los años, cuando pasen
los años y el aire haya cavado un foso
entre tu alma y la mía; cuando pasen los años
y yo solo sea un hombre que amó, un ser que se detuvo
un instante frente a tus labios,
un pobre hombre cansado de andar por los jardines,
¿dónde estarás tú? ¡Dónde
estarás, oh hija de mis besos!

Nicanor Parra

4 Comments:

At jueves, febrero 02, 2006 3:36:00 p. m., Blogger Ivan Fryma said...

El tiempo siempre apura las distancias, convierte lo que era cotidiano en algo ajeno, lejano, distante para ambos.
Sin embargo,en ocasiones, tambien funciona como un balsamo que va curando todo.
Donde estaremos todos despues del amor ?
Por lo menos yo estare buscando nuevamente a quien amar

Un saludo y volvere por estos lados...

 
At jueves, febrero 02, 2006 3:50:00 p. m., Blogger Clementina said...

Iván?, Marcelo? A qué te refieres con que el tiempo apura las distancias?
Yo experimento desde hace un tiempo que las distancias primero se alargan, luego el tiempo las va manipulando al antojo del ánimo

 
At jueves, febrero 02, 2006 6:22:00 p. m., Blogger Clementina said...

Absolutamente!
Y una más encima, la busca, busca la tortura algo filosfica-existencialista que tiene.
El que más se ríe de mi es Bertoni, lejos! Me hace recordar a mis 15 años, cuando creía que "por algo" esa canción sonaba "justo en ese momento"... "es una señal", me decía.

 
At martes, febrero 07, 2006 2:35:00 p. m., Blogger Roberto Arancibia said...

Yo sigo creciendo en las señales, y los 15, uf, están lejanos. Pero se me quedaron pegados hasta ahora.
Me encanta El beso de mi tocayo Doisneau. Sabías que la foto original fue rematada en no sé cuantos miles de euros el año pasado? Fue tomada en 1950.

Y yo me pego con la imagen cuando quería comentarte de Parra, uno de mis must. Para leerlo siempre, una y otra vez.

 

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