27 de enero de 2006

Entrando a picar

Aún cuando mantengo mi soltería y feliz regalaría esa libertad que más de alguien me atribuye como un bien envidiable, sigo pensando -en mi fase eufórica- que estoy mejor sola que mal acompañada. Cité antes a Bertoni más que nada porque es justo lo contrario a lo que creo, por el modo en que lo dijo y porque quiero terminar de creer lo que creo y así liberarme un tantito de un par de rollos.
Además, mientras más hombres y mujeres conozco, de edades como la mía, y más y más gritan lo chatos que están, menos les creo que tomaran las riendas de la loca carrera hacia el fracaso en pareja. Mientras más les aconsejo -pierdo el tiempo?- que se cuiden, que prime el bienestar propio, porque de otro modo, mal podrían hacer algo por el otro, que tomen el voto de humildad y analicen qué errores cometen -nadie es una santa e inocente ovejita- que se concentren y pongan un dead line, antes de cualquier decisión, al final voy confirmando que el miedo a estar solo, el evitar la soledad es el instinto primario del ser humano. A la vez, es el miedo que tengo yo, pero va más allá... tengo miedo a no tener miedo a optar por el mejor mal acompañada que sola.

4 Comments:

At martes, enero 31, 2006 1:34:00 a. m., Blogger Roberto Arancibia said...

Uf, no sé, llevo harto rato leyéndote, llegué hasta bien atrás y me devolví releyendo algunas cosas. Me da la impresión que has querido tanto. Y que también te han dolido algunas cosas. Y ahora, de repente, te leo y quieres aconsejar, pero es difícil, nadie escucha mucho cuando estás enamorado. Y cuando vienen los desencuentros nadie quiere escuchar de nubes que se van y soles que vienen, todos quieren nanai, y una oreja, unos brazos, pero sobre todo nanai.

Volveré, OK?
Y nos tomamos un café.

Te dejé también un comentario por allá lejos.

 
At martes, enero 31, 2006 2:44:00 p. m., Blogger Clementina said...

Puf! Roberto, yo no soy de a poquitos! y me cuesta medirme, no en el amar, ahí no pues! pero si en los demás y me ha costado, pero voy aprendiendo y con H también.
Y claro que sí, una lo que más quiere es el nanai, ese cariñito que al final del día hace olvidar todo y que al pensar en el día siguienta, nada importa porque sabes que al dormir, tendrás un abrazo un beso y esa es la "casita en la pradera" de la que hablé en algún post.

 
At martes, enero 31, 2006 2:45:00 p. m., Blogger Clementina said...

Ella... qué lindo lo dijiste! Pa mi es así: ser deseada y merecedora de un abrazo, un beso y un tema todas las noches y mañanas - si no es mucho pedir- con eso, pa qué más!!!!
Ay, no puede ser tan difícil!
Suerte, nos leemos!
Clem

 
At miércoles, febrero 01, 2006 5:49:00 p. m., Blogger Ivan Fryma said...

La soledad escogida como una opcion, es el comienzo de un tiempo de gran plenitud. Es cierto, en ocasiones es comodisimo estar solo con mis pensamientos , mi memoria. Es mas facil observar, contemplar y estar tranquilo. Te confieso, eso si que al llegar la noche las cosas se complican un poco, las noches en soledad, tal vez ,son un poco mas largas y mas frias...
En fin ....

Un saludo

 

Publicar un comentario

<< Home