19 de octubre de 2005

El soñador

Ayer por la tarde, luego de sucesivas malas noticias y tratando de distraerme, buscaba un libro para regalarle a un amigo que cumplió años el domingo y al que vería en un rato más... en eso estaba cuando canceló y no pude evitar caer un poco más y me rendí. En ese libro que hojeaba está este poema, que se acerca mucho, mucho a lo que no me saldrá nunca escribir, no porque no lo sienta, sino porque no tengo ni la gracia de escribir así ni la claridad y menos el coraje de poner en el papel las oscuras ideas que ocupan tanto lugar en mi mente:

Algunos dicen que la vida es sueño
y otros hablan del sueño de la muerte
Quiero saber si el día en que despierte
despertaré a la muerte: mi otro sueño

Oh duro trance oh malhadada suerte
no saber nunca en qué poner mi empeño
si en continuar dormido como un leño
o en continuar despierto como un muerto

Y así pasan los días y las horas
los minutos de arena y los instantes
que van cavando surcos en mi frente

Eternidad que tanto te demoras
sácame de esos sueños inquietantes
y déjame flotar en tu corriente

Oscar Hahn/Apariciones profanas