8 de mayo de 2005

Una pequeña y humilde selección de textos de Emil Cioran

Me seducen las distancias lejanas, de Breviario de podredumbre
"Me seducen las distancias lejanas, el inmenso vacío que proyecto sobre el mundo. Crece en mí una sensación de vaciedad; se infiltra en mi cuerpo como un fluido ligero e impalpable. En su avance, como una dilación hasta el infinito, siento la presencia misteriosa de los sentimientos más contradictorios que ha acogido jamás el alma humana. Soy feliz e infeliz a la vez. Estoy exaltado y deprimido, desbordado por el placer y la desesperación en la más contradictoria de las armonías. Estoy tan alegre y tan triste que en mis lágrimas se reflejan el cielo y la tierra al mismo tiempo. Aunque sea solamente por la alegría de mi tristeza, querría que no hubiera más muerte en esta Tierra."

La tentación de existir (fragmento)
"Por cobardía sustituimos la sensación de nuestra nada por la sensación de la nada. Y es que la nada general apenas nos inquieta: vemos en ella demasiado a menudo una promesa, una ausencia fragmentaria, un callejón sin salida que se abre. Durante largo tiempo me obstiné en hallar a alguien que lo supiera todo sobre sí mismo y sobre los otros, un sabio-demonio, divinamente clarividente. Cada vez que creía haberlo encontrado, debía, tras un examen, cambiar de opinión: el nuevo elegido tenía todavía alguna mancha, algún punto negro, no sé qué recoveco de inconsciencia o de debilidad que le rebajaba al nivel de los humanos. Percibía yo en él huellas de deseo o de esperanza, o algún residuo de pesar. Su cinismo era manifiestamente incompleto. ¡Qué decepción! Y proseguía siempre mi búsqueda y siempre mis ídolos del momento pecaban en algún aspecto: el hombre estaba presente en ellos, oculto, maquillado o escamoteado. Acabé por comprender el despotismo de la especie, y por no soñar más que con un no-hombre, con un monstruo que estuviese totalmente convencido de su nada. Era una locura concebirlo: no podía existir, ya que la lucidez absoluta es incompatible con la realidad de los órganos. "


Frases
Mi escepticismo es inseparable del vértigo, nunca he comprendido que se pueda dudar por método.

¿Se comprenderá alguna vez el drama de un hombre que en ningún momento de su vida ha podido olvidar el Paraíso?

Soy un filósofo aullador. Mis ideas -si ideas son- ladran: no explican nada, explotan.

El 18 de este mes, muerte de mi padre. No sé, pero siento que lo lloraré en otra ocasión.

Estoy tan ausente de mí mismo, que ni siquiera tengo fuerzas para la pesadumbre, y tan bajo, que no puedo elevarme a la altura de un recuerdo ni de un remordimiento.

Yo podría, si acaso, mantener relaciones verdaderas con el Ser; con los seres, jamás.

El fondo de la desesperación es la duda sobre uno mismo.

De Lágrimas y Santos, de E Cioran
El mundo se engendra en el delirio, fuera del cual todo es quimera.
Por el beso culpable de una santa, aceptaría yo la peste como una bendición.
¿Seré un día lo suficientemente puro para reflejarme en las lágrimas de los santos?

Todo ha existido ya. La vida me parece una ondulación sin sustancia. Las cosas no se repiten nunca, pero se diría que vivimos en los reflejos de un mundo pasado, cuyos ecos tardíos prolongamos nosotros. La memoria no sólo es un argumento contra el tiempo, la memoria actúa contra este mundo, revelándonos confusamente los mundos probables del pasado y el paraíso, su culminación.Retroceder en la memoria nos convierte en metafísicos; volver a nuestros orígenes, en santos.

1 Comments:

At viernes, septiembre 04, 2009 1:28:00 a. m., Blogger ALBERTO said...

Hola Clementina, como estas?, temo corregirte pero la primera frase "Me seducen las distancias lejanas..." no es de Breaviario de podredumbre sino de "En las cimas de la desesperación", el primer libro de Cioran. Saludos!.

 

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